A SEGUIR CON DIGNIDAD
Ya prácticamente sin opciones de pelear por el ascenso, Club de Deportes Ovalle S.A. deberá afrontar a contar de este sábado la segunda rueda de la liguilla final de la Tercera División, cuando reciba al cuadro de Magallanes.
En esta ocasión, los dirigidos de Miguel Alegre -que tienen 4 unidades- no contarían con el lesionado Luis Corrotea -quien salió con una seria lesión en un hombro en el partido ante Iberia-, estando en duda también Nicolás Aguilera y Jorge Canales, quienes están algo contundidos. Magallanes, por su parte, llega con 10 puntos en la tabla y sin suspendidos, por lo que el técnico Osvaldo Hurtado podría disponer una alineación similar a la que paró ante Naval el miércoles en Talcahuano.
Recordemos que en la primera rueda el CDO empató 1-1 con los carabeleros, con anotación de Elías Flores para los verdes, en un arranque liguillero que hizo albergar ciertas esperanzas en cuanto al rendimiento del equipo, las que por desgracia quedarían prontamente sepultadas.
Ya está dicho: la lucha por el título se mira desde muy lejos. Sin embargo, hay un par de principios que los jugadores y cuerpo técnico de Ovalle deben saber aplicar en estos siete encuentros restantes: la dignidad y el amor propio. En base a ellos, la actitud del cuadro verde debe ser la de disputar con el máximo de profesionalismo lo que resta de campeonato, no permitiendo que cualquier equipo nos falte el respeto y siendo responsable ante lo que se juegan las restantes escuadras.
Y para la hinchada, vayan también desde esta tribuna unas pequeñas palabras: la decepción es comprensible, pero no es motivo para alejarse del estadio. Muy por el contrario, la incondicionalidad es parte fundamental de la cultura deportiva de los aficionados y, precisamente en situaciones adversas, es cuando más se deben estrechar los lazos de lealtad hacia los colores.
Los hinchas de verdad están siempre con el equipo. Si el rendimiento en la cancha o el comportamiento fuera de ella de algunos jugadores no ha sido el óptimo, el camino del insulto anónimo o de la descalificación gratuita no es el que corresponde. Pero a no engañarse, porque será el mismo fútbol, en su sabiduría, quien castigará más temprano que tarde a quienes no la mojaron o a quienes no fueron profesionales en su modo de actuar.
¡Vamos, Ovalle!
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